En esta ocasión, las investigaciones ni siquiera iniciaron. Ya era bien sabido que se trataba de un personaje pasajero y no le importaba a nadie. De cualquier manera, se optó por hacer una festividad apagada y aburrida. No se desea que la breve aparición en el ciberespacio de algo tan funesto, carente de personalidad propia y poca consistencia, sea recordado como un martir.
Si alguien se lo pregunta, no tuvo últimas palabras; sin embargo, dejó una pequeña nota en una servilleta donde constaba el vocablo “pío” –escrito con tinta negra y claramente legible–.
Poco ocurrente y nada original. Un personaje patético.
R.I.P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario